Una de las curiosidades más impactantes en el mundo de la electricidad es que según los watios, producimos el mismo número que una bombilla halógena, es decir 60W.
Cierto es que el ser humano funciona en gran parte gracias a la energía eléctrica de nuestro sistema nervioso, pero la balanza es clara, somos bombillas de carne y hueso.
Además sabiendo que la energía ni se crea ni se destruye, sino que que se transforma en otro tipo de energía, podemos decir también que somos como un transformador.
En el caso de las bombillas se transforma en luz y calor, siendo las más eficientes aquellas que se convierten en mayor proporción de energía luminosa.
El mundo de la electricidad está lleno de anécdotas, pero no deja de ser todo tan milimétrico que cualquier error puede ser mortal.
Dependemos en gran parte al consumo eléctrico, pero lógicamente, el mundo avanza para poder economizar dicho consumo, aunque en un mundo capitalista, siempre tendremos a quien se aproveche de todos los avances para llenaese los bolsillos.
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