Una de las ferias más clásicas de la ciudad va perdiendo protagonismo lentamente, dejando casi en el olvido la importancia que tuvo en su momento.
Antes era una fecha marcada en el calendario para muchos ganaderos, pero éste año se vio una de las ferias con menos colorido. Tan solo cuatro caballos fueron expuestos.
El Casco Viejo donde antes era casi imposible caminar durante el evento, tuvo que ver cómo la tradición de antaño se va perdiendo peligrosamente en el olvido.
Creo que es un error descomunal dejar perder una tradición así, por que todo esto nos hace indicar que el sector ganadero puede perderse en nuestra ciudad, lo cuál sería un error del que seguro que algún día nos arrepentiremos.
La falta de apoyos y el tema económico para que los ganaderos puedan exponerse, son los motivos por los cuales cada año tenga menos presencia esta feria histórica.
Aún así varios colegios como los Sagrados Corazones y Cervantes llevaron a grupos de estudiantes para intentar seguir con la tradición. Pero fue imposible poder dar la imagen de antes, esa imagen que era con la multitud disfrutando de una feria de gran importancia para la ciudad, donde la gente se volcaba con ella y los ganaderos venían en masa.
Miranda de Ebro está perdiendo uno de los eventos por los cuales fue reconocida durante muchos años. Se debe de apoyar más el sector ganadero en la ciudad, sobre todo aquellos que desde el timón de mando, deben de mirar por el bien del municipio y por sus tradiciones.
Para el próximo año la misión debería ser que se vuelva a llenar ese recinto ferial, que este año estuvo con un vacío desolador y preocupante.
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