La invención de la sierra se le otorga según un relato mitologíco a Perdix, un inventor de la Antigua Grecia, sobrino y alumno de Dédalos. Según la mitología griega, la idea de Perdix para crear la sierra la tuvo caminando por la orilla del mar y recogió una espina de pescado, esa espina inspiró al joven.
El ingenio de su sobrino volvió loco a Dédalos, movido por los celos asesino a su sobrino, arrogandolo desde lo alto del Acrópolis.
Tras el suceso, Palas que es la protectora del talento, convirtió al joven en una perdiz, salvándole la vida.
Perdix además es el inventor del compás, del formón y del torno de alfarería entre otros objetos, tenía tanto talento que su propio tío entró en cólera, ya que Dédalos quería destacar por encima de cualquier otro inventor.
Se dice que las perdices vuelan bajo, por este suceso, ya que tienen miedo a volar alto.
La Antigua Grecia y su mitología está llena de historias fantásticas, pero en concreto está resulta interesante de ver como dos ingeniosos creadores y siendo además familia son protagonistas de un momento tan dramático.
La necesidad de inventar estuvo presente en el ser humano en las diferentes etapas de la vida, desde el Homo Habilis hasta la actualidad.
La invención de la sierra oficialmente se la otorgan a los egipcios, en plena edad de bronce sobre el año 3.000 antes de Cristo, pero el relato griego sobre Perdix y Dédalo es ante todo, un dato curioso de saber.
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