Es curioso como después de dos días después de la Nochebuena, ver los contenedores llenos, pero ya no por falta de que las empresas de limpieza no hagan su trabajo, más bien por que la gente por unos días olvida el tema del reciclaje.
Es así, los contenedores llenos ya son parte de la decoración navideña de las ciudades. La cantidad de basura generada en estas fechas es mucho mayor que la generada el resto del año, pero sigue siendo un problema de civismo.
Algunos dirán, ¡esque si el contenedor de debajo de mi casa está lleno, en algún lado tendré que tirar mi basura!, lógico, pero seguramente a 50 metros tengas un contenedor menos vacío para poder depositar tu basura.
Aún así, hoy en día las personas convierten los exteriores de los cubos de basura en pequeños puntos limpios, donde se pueden ver desde muebles hasta retretes, en navidad tambien, ¿Alguien se comió en la cena de Nochebuena el retrete de su baño?, tal y como avanza la humanidad posiblemente, cualquier respuesta es posible.
La excusa fácil es decir que las empresas de limpieza están desbordadas, pero claro, lo estan por aquellos que en vez de ver un contenedor de basura como un objeto cotidiano, lo ven como un objeto para depositar lo que quiera, como quiera y cuando quiera, sin pensar en los demás.
Ya no hablo de separar los residuos y depositarlos en su contenedor específico, que es lo que se debería de hacer, hablo de que los contenedores de basura se están convirtiendo en las pequeñas almacenes exteriores de residuos que deberían de llevarse directamente a un punto limpio.
La Navidad, son fechas de consumismo, pero también de incivismo por parte de aquellos que ven un simple contenedor de basura, como su pequeño punto limpio.
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